El mármol se puede cortar, taladrar, esculpir, pulir, abrillantar e incluso pegar. Lo que ocurre es que al ser una roca metamórfica compacta, que ha alcanzado un elevado grado de cristalización, es importante conocer y manejar adecuadamente las técnicas para llevar a cabo estos trabajos si no se quiere estropear este material y que el resultado final no sea el deseado.

Hay que saber, por ejemplo, que después de someterlo a un proceso de pulido por abrasión es capaz de alcanzar un elevado nivel de brillo natural y no será necesaria la aplicación de productos químicos ni ceras. Este y otros secretos sobre cómo trabajar el mármol se dan a continuación.

1. Cortar el mármol

No todos los tipos de mármol presentan la misma resistencia ni dureza, por lo que cortarlo representará diferente complejidad según la delicadeza de este material. En cualquier caso, ya sea el corte húmedo o seco, el avance debe ser lento, paciente, evitando despostillar la pieza. Los discos deben ser utilizados exclusivamente para el mármol, si se utilizan para otro material afectará al resultado, reduciendo la suavidad sobre esta roca.

Las herramientas habituales para este trabajo son la radial o la amoladora. Los discos deberán ser electrodepositados. También puede usarse la máquina de corte de mesa con refrigeración por agua, para las que hay que utilizar los discos de mármol de corte húmedo.

2. Esculpir el mármol

La diferencia con el corte es que para esculpir se hace necesario experiencia y conocimientos artesanales, habilidades y fortalezas de tipo manual. El motivo es la seguridad que es necesaria para saber moldear este material sin errar en la definición que se pretende dar a la forma, ya que es muy complicado de reformar a posteriori.

Las herramientas que ayudan a llevar a cabo este trabajo, eminentemente manual, son los martillos neumáticos, a los que se les acoplan otros accesorios, como las gradinas y cinceles. También se utilizan los compases.

3. Taladrar el mármol

Se deberá siempre taladrar el mármol en dos pasos y teniendo en cuenta, previamente, el diámetro del agujero que se quiere llevar a cabo. Los pasos consistirán, en primer lugar, en llevar la profundidad de un primer taladro a la mitad del diámetro total. En segundo lugar, habrá que recurrir ya a un taladro con el diámetro definitivo para agrandarlo a la medida requerida.

Las herramientas adecuadas para practicar agujeros en esta roca son las brocas de diámetros pequeños o widia y la broca para diámetros grandes o de diamante.

4. Pegar el mármol

La primera pregunta a responder sobre el pegado del mármol será… ¿sobre qué superficie hay que hacerlo? Según esta respuesta, existirán diferentes productos a utilizar. Por ejemplo, si es sobre un material pétreo o cerámico, con usar silicona neutra bastará. En este sentido, hay que indicar que la silicona no debe contener ácidos ni aceites, ya que el mármol los absorberá. Otra opción es usar polímero, que tendrá una mayor capacidad de agarre, llegando a unir con fuerza materiales con humedad, por lo que es útil para impermeabilizar una zona, aunque el tiempo de secado será mayor que cuando se utiliza silicona. Por otro lado, si hay que pegar el mármol en exteriores o estará expuestos a cambios bruscos de temperatura, se podrá usar un polímero si no se va a ver la junta del adhesivo, o utilizar un pegamento ultra si no se va a ver. En este último caso, habrá que tener en cuenta que debe soportar márgenes de temperatura desde los -30 hasta los + 60 º C.

Los utensilios para este trabajo serán la silicona neutra, el polímero o el adhesivo ultra para pegar en pared. Sin embargo, si se quiere pegar sobre otra pieza de mármol, mejor usar masilla o adhesivo acrílico Integral.

5. Pulir el mármol

El pulimiento de mármol se refiere a pequeñas áreas y se utilizan lijas de carburo, que son las más apropiadas para lograr un acabado liso aplicando desbaste. Por último, se deberá usar discos de pulimento o fieltro para mármol. Según qué casos, también se podrá recurrir al taladro o a una amoladora. El uso de las lijas diamantadas también se está utilizando cada vez más, lo recomendable es hacerlo humedeciéndolas un poco, su utilidad es dar brillo al resultado final.

Las lijas de carburo y las diamantadas son, como ya se ha indicado, las mejores herramientas para esta función.

6. Abrillantar el mármol

Existen diferentes fórmulas para este trabajo. Por un lado, usar barniz para aquellas áreas de difícil acceso, por otro lado, es posible usar cera sólida o líquida con un aplicador de lana de acero para aquellas zonas en las que sí se pueda trabajar el frotamiento.

Las herramientas más eficientes son el barniz abrillantador extra lux o las mencionadas cera sólida, líquida y la lana de acero. Los discos de fieltro y tela son útiles con los abrillantadores y ceras.

WhatsApp Consúltanos por WhatsApp