El arte funerario es casi tan antiguo como el hombre y recoge manifestaciones artísticas en tumbas, túmulos, sepulturas… A veces, se utiliza para llamar la atención sobre la mortalidad del ser humano. Otras, en cambio, sirve para rendir un homenaje al difunto. En cualquier caso, como cualquier otra disciplina dentro del arte, no está exenta de modas y tendencias. En el presente artículo vamos a hablar de una corriente bastante actual, la de incluir fotos en las lápidas para personalizarlas y que el recuerdo del fallecido permanezca imborrable al paso del tiempo.
En cierto modo, una lápida es una carta de despedida en la que los seres queridos dejan sus mejores deseos, así como los recuerdos más entrañables que tengan del difunto. En el discurrir de los años, se han encontrado nuevas formas de expresar estos sentimientos y plasmarlos para llevar a cabo este tipo de homenajes a las personas que se van. En la actualidad, uno de los elementos que se han incorporado a las lápidas es la fotografía del fallecido.
A continuación, desde Arte Madriz, te explicamos en qué cosiste esta tendencia que puede llegar a convertirse en tradición y el porqué de su simbolismo.
Una imagen dice más que mil palabras
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, sobre todo para la memoria, pues los recuerdos que evoca son incomparables. Y es que, sin lugar a dudas, una de las cosas más tristes de la pérdida de un ser querido es lo borrosa que se va volviendo la imagen a medida que los años van pasando.
Con la finalidad de evitar, en la medida de lo posible, ese desgaste en el recuerdo, así como para que los seres más queridos y las nuevas generaciones mantengan una imagen clara de esa persona, se incluyen las fotos en las lápidas.
Qué papel juega una lápida en la memoria
Es importante que una lápida refleje correctamente los sentimientos de quienes más añoran a esa persona, así como que cumpla con la finalidad de conservar el recuerdo del fallecido. Incluyendo una imagen se consigue que no se borre no solo la cara con el paso de los años, sino la actitud y el espíritu de ese ser querido. Es muy importante también para los nuevos integrantes de la familia que lleguen, pues se podrán hacer una idea de cómo era esa persona.
Se trata de una elección personal la de incluir o no una imagen del difunto, pero en sí es algo sencillo y, además, se podrá elegir la fotografía que se prefiera, aquella que refleje mejor su espíritu y sea la fiel imagen que se quiera conservar.
Como cabe imaginar, junto a ella se pueden incluir las palabras que se deseen, inscripciones que honren su memoria o frases que tengan un significado especial.
El efecto psicológico de las imágenes
Los familiares de los fallecidos con frecuencia visitan el lugar donde residen sus restos, es una forma de mostrar su cariño y su respeto. Esta muestra de amor, con una imagen, evocará recuerdos más vivos en la memoria.
En definitiva, la presencia de una foto en la lápida es una alternativa muy interesante para hacer que la lápida de un ser querido sea no solo mucho más bonita y más delicada, sino también única y exclusiva. Tiene la capacidad de expresar sentimientos complejos de una forma muy visual y siempre ayudará a que el recuerdo del difunto no se borre.
En Arte Madriz somos expertos en el Arte Funerario. Puedes comunicarte con nosotros para recibir el asesoramiento necesario para decidir sobre las lápidas y que el resultado sea a medida de cada cliente. Con nosotros el dinero no sea un inconveniente, ofrecemos precios sin competencia, al no existir intermediarios, y varias opciones de financiación.
En el caso de querer incluir una foto, te explicaremos las distintas formas o técnicas que se pueden emplear con las que obtener los resultados esperados, cumpliendo siempre con las expectativas de los allegados del fallecido.
Además, realizamos todo tipo de trabajos de arte funerario: lápidas, tumbas, nichos, columbarios… con diseños exclusivos que dan como resultado obras únicas muy personales con los que nuestros seres queridos siempre permanecerán en el recuerdo.
Asimismo, ofrecemos la posibilidad de incluir accesorios, adornos y otros elementos funerarios para un nivel de personalización superior, como pueden ser cruces, columnas, imágenes grabadas, epígrafes, escudos, figuras religiosas o cualquier otro detalle que los allegados quieran incluir y honrar la memoria del difunto.